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20-03-2020

Inmobiliaria Socovesa disminuirá sus proyectos 2020 por incertidumbre económica

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La empresa frenó la compra de tierra, de manera de ajustar sus niveles de inversión a la nueva realidad del mercado nacional.

 

El estallido social en Chile y el brote de coronavirus ha dejado secuelas en el sector económico, y específicamente en el rubro inmobiliario. Si bien las proyecciones no son tan negativas en comparación a otros mercados, algunas empresas han ajustado sus niveles de inversión considerando la nueva realidad del mercado nacional.

La empresa Socovesa es una de ellas, aunque el cierre del 2019 fue intenso para este grupo, así lo indican estudios financieros de la compañía, donde se detalla que en sus primeros nueve meses presentaba una actividad económica “sana”, con demandas de viviendas que presentaban un crecimiento de 10% medido en UF y perspectivas de inversión favorables. Sin embargo, todo este panorama cambió con la crisis social y la llegada del Co-Vid 19. El grupo inmobiliario tuvo que ajustarse a este nuevo escenario.

“Las ventas inmobiliarias de los meses post-crisis cayeron en forma relevante, básicamente por la incertidumbre que se empezó a vivir transversalmente, la cual generó un cambio en las tasas de interés de los créditos hipotecarios, deterioro de las expectativas y aumento del tipo de cambio” enfatizan desde la compañía.

Según un análisis razonado de Socovesa, las promesas de la inmobiliaria en el periodo octubre-diciembre disminuyeron 30% respecto al promedio que traía previo a la crisis, afectando más a las filiales de departamentos que a las casas. Esto, porque el desarrollo en altura se realiza en comunas céntricas con conexiones de metro, servicios, lo que el foco de las protestas y de la violencia vivida en los últimos meses.

Como forma de responder a estos altos niveles de incertidumbre y a los menores niveles de venta, y sin tener claridad de cuánto tiempo durará esta recesión económica, Socovesa decidió disminuir en forma relevante sus lanzamientos de proyectos para el año 2020 y frenó la compra de tierra, con el afán de ajustar sus niveles de inversión a la nueva realidad del mercado.

Durante 2019, Socovesa, Almagro y Pilares -sus filiales inmobiliarias- registraron promesas netas de desistimientos y descontado el IVA de la venta por MUF 11.692, equivalentes a un 10% por debajo de los cierres logrados el año 2018, con una composición de 18% de menores unidades promesadas y 10% de mayores precios promedios.

El grupo alcanzó una utilidad de $23.453 millones, cifra 35% inferior a la registrada al cierre de 2018. La facturación de la compañía cerró un 7% bajo lo presupuestado producto de la situación enfrentada por el país el último trimestre de 2019, la cual, generó que los procesos de escrituración que involucran a clientes, bancos y notarías, fueran más lentos que años anteriores , dejando MUF 900 de ingresos fuera de los resultados del ejercicio en cuestión.

Los riesgos que enfrentará la industria.

En su análisis razonado Empresas Socovesa alerta que los «cambios en la estabilidad política y social pueden afectar negativamente los resultados de la compañía».

Esto porque al estar sus actividades sujetas a una estricta regulación, depende del otorgamiento de permisos y licencias de construcción, uso de suelos y regulaciones ambientales. Los «cambios de este tipo pueden afectar la factibilidad y rentabilidad de los proyectos de la compañía».

Según el grupo inmobiliario durante estos días de «efervescencia» se han mencionado modificaciones a la reforma tributaria que estaba en curso, reformas laborales como la jornada de 40 horas, nuevo impuesto patrimonial a los tenedores de viviendas, terrenos, etc. «Ideas que de prosperar sin duda impactarán en la empresa, aunque no se cuenta por ahora con mayores antecedentes que permitan determinar sus efectos».